La selección chilena, entrenada por Juan Antonio Pizzi, logró hoy el pase a la final de la primera China Cup al imponerse a Croacia después de empatar a uno en el tiempo reglamentario, y jugará la final del torneo cuadrangular ante Islandia, la gran revelación de la Eurocopa 2016.

Los chilenos, que viajaron a China con nueve debutantes y una plantilla escogida principalmente de equipos de la liga nacional, comenzaron el partido muy seguros en el juego, con apenas errores en la primera media hora de encuentro.

Fruto de ello llegó temprano el gol, obra de un gran tiro cruzado de César Pinares tras pase de Eduardo Vargas, el mejor de La Roja hoy.

El tanto relajó algo al vigente campeón americano, que en el último cuarto de hora antes del descanso dejó más huecos en defensa, y así llegó una de las oportunidades más claras para Croacia, con un cabezazo de Perosevic que pasó cerca del poste izquierdo.

Vargas tuvo poco después ocasión de marcar el segundo, en una jugada en la que él y Valencia quedaron solos ante el portero y, ante la duda de si pasar al compañero o disparar a puerta, se vio cerrado por Livakovic, portero del Dinamo de Zagreb.

Ya en el segundo tiempo, los de Pizzi volvieron a controlar el partido y dispuso de hasta tres ocasiones muy claras, dos de ellas de Vargas, pero Livakovic se convirtió en una pared para el delantero chileno del Hoffenheim alemán.

Pero los balcánicos también lo intentaron en los minutos finales, y finalmente lograron batir a Toselli con una bella volea de Andrijasevic, que empalmó a la perfección un pase de Tudor al área.

Chile reclamó una mano en el área croata en los últimos lances del encuentro, que el árbitro no pitó, y tras los 90 minutos reglamentarios, sin prórroga, se pasó a la tanda de penaltis, en la que los suramericanos no fallaron los cuatro que lanzaron y Toselli atajó dos de los croatas, ambos rasos y a su derecha.

Chile e Islandia, que ayer derrotó a los anfitriones chinos, se medirán el domingo en la final en el mismo estadio donde se disputó el partido de hoy, el Centro de Deportes Guangxi de la ciudad meridional de Nanning.

EFE